jueves, 30 de enero de 2014

¿Era Shakespeare un copión?

Bueno, no tanto. Pero sí que era un buen conocedor del mundo clásico, como se refleja en muchos aspectos de sus obras. Sus archifamosos Romeo y Julieta son una adaptación de Píramo y Tisbe, los protagonistas de nuestra segunda entrega de historias de amor.Se quieren, pero sus familias no les permiten verse.¿Os suena? Ovidio nos la cuenta en sus "Metamorfosis". Comprobad vosotros mismos el paralelismo:

No hay comentarios:

Publicar un comentario